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Análisis. Invicto y puntero, el equipo de Almeyda recoge elogios por su nivel en la B Nacional. “Si no le ganamos nosotros, no lo para nadie”, destacó Caruso Lombardi, DT de Quilmes.
Cuando el descenso todavía estaba fresco y parecía imposible correrse del pesimismo, desde todos los rincones se escuchaba que a River, en la B, todo le iba a resultar más difícil. Que la categoría se lo iba a comer. Por los rivales aguerridos. Por las canchas chicas y peladas. Porque no hay hinchas visitantes. Y muchos otros argumentos. Pero en estas tres primeras fecha se vio que los pronósticos fueron de lo más errados. Fue el Millonario quien se comió a la categoría. Y le cambió las normas, la revolucionó.
En estos tres primeros partidos el equipo de Matías Almeyda hizo notar la diferencia de categoría en cada uno de sus jugadores. “Se notó la diferencia de categoría en las individualidades. Si nosotros teníamos a Sánchez, ganábamos”, reconoció el sábado Marcelo Bonetto, el entrenador de Sportivo Desamparados de San Juan, tras la derrota.
Lo que más reconforta a sus golpeados hinchas –sobre todo después de sufrir el descenso con un estilo de juego demasiado cauteloso– es que el Millonario está haciendo pata ancha en una categoría desconocida pero con el estilo de siempre, el que caracterizó a River. Quizá sin jugar un gran fútbol, pero siempre yendo al frente y como protagonista de los partidos. Con el sello de la historia y con el del Pelado Almeyda, que le inculcó a sus dirigidos el mismo amor por la camiseta que tenía él cuando usaba la 25. Sólo así se explica que el Chori Domínguez y Cavenaghi corran como lo hacen.
Ahora en el futuro inmediato aparece Quilmes, uno de los clubes que también descendió la última temporada y que aparece como candidato al ascenso. Ricardo Caruso Lombardi, entrenador cervecero, sincero como siempre fue uno de los que mejor definió lo que generaron estos primeros partidos del Millonario en la B Nacional: “Si River no se cae con nosotros, es difícil que pueda pararlo otro. Creo que somos el equipo que más pelea le podemos dar en la categoría. Si no tenemos la suerte de ganarle, se abre el torneo para ellos”
En estos tres primeros partidos el equipo de Matías Almeyda hizo notar la diferencia de categoría en cada uno de sus jugadores. “Se notó la diferencia de categoría en las individualidades. Si nosotros teníamos a Sánchez, ganábamos”, reconoció el sábado Marcelo Bonetto, el entrenador de Sportivo Desamparados de San Juan, tras la derrota.
Lo que más reconforta a sus golpeados hinchas –sobre todo después de sufrir el descenso con un estilo de juego demasiado cauteloso– es que el Millonario está haciendo pata ancha en una categoría desconocida pero con el estilo de siempre, el que caracterizó a River. Quizá sin jugar un gran fútbol, pero siempre yendo al frente y como protagonista de los partidos. Con el sello de la historia y con el del Pelado Almeyda, que le inculcó a sus dirigidos el mismo amor por la camiseta que tenía él cuando usaba la 25. Sólo así se explica que el Chori Domínguez y Cavenaghi corran como lo hacen.
Ahora en el futuro inmediato aparece Quilmes, uno de los clubes que también descendió la última temporada y que aparece como candidato al ascenso. Ricardo Caruso Lombardi, entrenador cervecero, sincero como siempre fue uno de los que mejor definió lo que generaron estos primeros partidos del Millonario en la B Nacional: “Si River no se cae con nosotros, es difícil que pueda pararlo otro. Creo que somos el equipo que más pelea le podemos dar en la categoría. Si no tenemos la suerte de ganarle, se abre el torneo para ellos”
Fuente: Tiempo Argentino