sábado, 21 de abril de 2012

River bajó a Instituto y le puso pimienta a la pelea por el título

GOLEADOR. Trezeguet le dio la victoria a River. (Telam)
Le ganó 1-0 en el Monumental con un gol de Trezeguet. El equipo de Almeyda quedó a un punto del equipo cordobés, cuando quedan ocho fechas para el final del torneo. El visitante terminó con un hombre menos por la polémica expulsión de Damiani.
La final anticipada en el Monumental. Se definía el primer ascenso de la B Nacional a Primera ya que matemáticamente todavía puede pasar cualquier cosa. Sin embargo, a ocho fechas para el cierre, el único puntero, Instituto, visitaba a su escolta a cuatro puntos, River. (Estuvimos en la cancha).
Pateó el tablero Matías Almeyda, y luego juntó una a una las piezas para volver a poner blanco sobre negro en los casilleros. David Trezeguet titular junto a Fernando Cavenaghi; y Alejandro Domínguez "volantenado" sin ser enganche ni delantero. El venezolano César González por izquierda y Carlos Sánchez como un falso cuatro, juntándose con la línea de volantes. River, en los primeros 45, redondeó una de sus mejores actuaciones en la segunda ronda del torneo. A pesar del planteo ofensivo (3-4-3) del Instituto de Darío Franco.
River contó con siete jugadas claras de gol en el primer tiempo. Dominó el balón y el campo. Desbordó por derecha y por izquierda. Sánchez sorprendió por derecha, el Maestrico aportó manejo por izquierda. El Chori condujo con criterio. Y Cavenaghi y Trezeguet se complementaron a la perfección. Faltó el gol.
Lo tuvo Trezeguet con un cabezazo que tapó el arquero Chiarini a los 12. Cavenaghi desvió un zurdazo a los 21. Cuatro más tarde, Cave y Treze se juntaron y el nueve se lo perdió en el área chica con un rodillazo que se fue por arriba. Enseguida, Cavenaghi habilita al francés que define mal de derecha (fácil para el arquero). A los 32, Chori Domínguez, de tiro libre, casi abre el marcador. Otra vez el ex Valencia, desde la puerta del área, sacó un remate violento pero al medio, a las manos del arquero. Y dos más tarde, centro desde la derecha, Chiarini da rebote, remata Cavenaghi y el arquero enmienda su error con una volada sobre su izquierda para desviar al tiro de esquina.
Fue clarito el dominio de River. Más allá de que Instituto tuvo sus opciones de contraataque. La más clara a los 33, con un toque de Gagliardi para Dybala que definió cruzado de derecha y complicó a Daniel Vega, que le ahogó el grito. No mereció más que un empate el equipo cordobés, a pesar de que Carlos Maglio debió cobrar un penal de Ponzio que sujetaba de la camiseta a Lagos, a los 16, tras un córner desde la derecha.
Se imponía el gol de River. Diez minutos tardó el equipo de Almeyda en explotar en un grito. Un remate al travesaño de César González anunciaba la apertura del marcador. Pero el gol llegó por un lateral sobre la izquierda que hizo rápido Cavenaghi, tiró una pared con el venezolano y remató al arco. Chiarini dio rebote, y ahí apareció Trezeguet para darle de volea, mordida, pero la pelota dibujó la parábola necesaria para vencer la estirada del arquero y del defensor Juan Sills que se tiró como un arquero y tampoco llegó. Desahogo para River, y con la ventaja empezaba otro partido.
Instituto nunca dio la sensación real de estar a la altura del partido. Impreciso, apurado, atolondrado; con la desventaja tuvo que romper los esquemas e ir a buscar el empate. Pero otra vez chocó con un fallo de Maglio equivocado. El árbitro expulsó a Raúl Damiani en un tiro de esquina para La Gloria por una supuesta agresión (¿codazo?) a César González que nunca existió.
Con uno menos, la pelota parada se convirtió en la única vía de Instituto para intentar llegar al empate. A los 29, Gagliardi tuvo el inmerecido empate con un cabezazo que Maidana despejó en la línea. Pero nada más. Después River recuperó la pelota, y aunque le faltó inteligencia para cerrar el partido, no sufrió en el último cuarto de hora. Lo tuvo Ramiro Funes Mori con un cabezazo que contuvo Chiarini. No hubo angustias para el local en los cinco minutos que adicionó el árbitro. El final llegó con un festejo cerrado. Con la seguridad (y la tranquilidad) de quedar a un punto del líder. Y por primera vez en el Monumental hubo sensación de ascenso.

Fuente: Clarin


Fuente: Olé


sábado, 14 de abril de 2012

River logró su objetivo: ganó y se mantuvo en ascenso directo

El Millo venció 2-0 a Huracán en un Monumental colmado; goles de González (e.c.) y Cavenaghi. Expulsaron a Ferrero y Tavio. Beligoy paró 1' el partido por cantos discriminatorios de la hinchada local. Con su triunfo está a un punto de Instituto, con un partido más.

Cavenaghi festeja su gol, el segundo de River.
Con las acertadas variantes de su entrenador, Matías Almeyda, River Plate consiguió este sábado una buena victoria sobre Huracán por 2-0 para quedar a un punto del líder de la Primera B Nacional, Instituto de Córdoba, que este domingo jugará con Atlanta. 
Los ingresos del franco argentino David Trezeguet y el venezolano César González en el segundo período, sumados al cambio posicional de Leonardo Ponzio, que terminó como líbero, le dieron a River aire en un partido que había comenzado desdibujado, y le posibilitaron un nuevo triunfo en el Monumental. (Estuvimos en la cancha).
Los goles "millonarios" llegaron a través de un cabezazo en contra de Hernán González, a los 13 minutos de la segunda mitad, mientras que Fernando Cavenaghi amplió la diferencia a los 36, luego de un contragolpe letal encabezado por Alejandro Domínguez. 
Huracán terminó en inferioridad numérica a causa de las expulsiones de Alexis Ferrero y Cristian Tavio, consecuencias de la impotencia del "Globo". 
En el comienzo se trató de un partido deslucido, discreto, porque ambos equipos superpoblaron la mitad del campo y en el afán de estudiarse no llegaban con peligro a ninguna de las dos áreas. 
Domínguez intentaba llevar la manija de River al tiempo que había un buen trabajo de marcación por parte de Huracán, tratando de presionar al local en su salida con las intervenciones de Lucas Villarruel y Cristian Leiva, ambos de un buen trabajo en el capítulo inicial. 
Huracán llegó primero, al minuto de juego; Javier Cámpora remató dentro del área y tapó Daniel Vega. 
El visitante tuvo otra chance importante a los 22 minutos valiéndose de una maniobra preparada en un córner: Jonathan Bustos tocó en corto para Mauro Milano, éste ingresó al área por la línea de fondo y habilitó a González, quien remató de puntín, apenas desviado, al lado del palo izquierdo. 
Sin embargo, el árbitro Federico Beligoy podría haber cobrado penal a favor de River a los 31 minutos, cuando una corrida de Fernando Cavenaghi terminó por una infracción de Tavio desde atrás. 
Y siete minutos más tarde, a los 38, el artillero riverplatense estuvo cerca de abrir el marcador al sacarse a dos hombres de encima con una pisada y disparar desde la medialuna, pero apareció Lucas Calviño para despejar el peligro. 

En el segundo tiempo, River cambió completamente su imagen y mucho tuvieron que ver en eso los dos cambios tempraneros que metió Almeyda. Hizo ingresar a Trezeguet y a César González y también hizo un cambio posicional, ya que sacó a los dos laterales y Ponzio pasó a jugar como líbero. 
Con esas modificaciones, River se adelantó veinte metros en el campo, fue más insistente, y se le abrió el arco. 
A los 12 avisó Domínguez con un tiro libre desde posición de 10 que sacó Calviño, y un minuto más tarde llegó la apertura del marcador. Exquisita doble pisada de Ezequiel Cirigliano por derecha, pase profundo del uruguayo Carlos Sánchez para el recién ingresado González, quien tiró un centro que el otro González, Hernán, el defensor de Huracán, metió de cabeza en contra de su valla. 
Con el marcador en favor de River, Huracán comenzó a retrasarse más de la cuenta, y también perdió la paciencia; así fue que en un reclamo airado Ferrero vio la roja, a los 15. 
El anfitrión fue amplio dominador y a los 36 minutos agrandó la ventaja. Un contragolpe rápido luego de un tiro libre mal ejecutado por el rival le permitió al "Chori" Domínguez habilitar a Cavenaghi, quien definió al primer palo de Calviño. 
Sobre el cierre Huracán sufrió una nueva expulsión, ya que Tavio levantó exageradamente la pierna en la disputa de un balón aéreo y golpeó a Trezeguet en el hombro. 
Así River sumó 55 puntos y quedó a uno de Instituto, cuadro al que recibirá en la próxima fecha del certamen con mucha ilusión. 

Fuente: Los Andes




Fuente: Olé


lunes, 9 de abril de 2012

River trastabilló contra sus propias limitaciones

Lorefice, autor del 1-0, la tiene ante la marca del Chori Domínguez. (DyN)
Cayó 1-0 en Liniers y, encima, Fernando Cavenaghi malogró un penal. El equipo de Matías Almeyda terminó con diez por expulsión de Ramiro Funes Mori en el primer tiempo.

     River Plate fue un equipo desprolijo y lleno de imprecisiones, al que no le salió nada bien y resultó sorprendido por un ordenado Atlanta, que festejó a lo grande en Liniers donde se impuso 1-0. Sin figuras rutilantes, Atlanta fue inteligente y con una gran solidaridad y amor propio ganó su primer partido de 2012 gracias a un golazo concretado por Fernando Lorefice, a los 34 minutos del primer tiempo. River jugó un primer tiempo para el olvido, con puntos flojos en todas sus líneas, tanto a nivel individual como colectivo. Y se fue al descanso con un panorama inesperado antes del comienzo del partido: perdiendo 1-0 tras haber desperdiciado un penal y con un hombre menos por la expulsión de Ramiro Funes Mori. Las imprecisiones y la falta de profundidad fueron el común denominador que tuvo un conjunto millonario lento, sin los recursos suficientes para generar juego de mitad de cancha para adelante, sobre todo porque su estratega, Alejandro Domínguez, no funcionó. Atlanta, por su parte, aguantó con sus dos líneas de cuatro y, al ver que River no tenía ideas para quebrar el cero, se fue animando de a poco a pasar a jugar en campo ajeno. Y tuvo su premio a los 34 minutos, cuando Lorefice recibió una pelota fuera del área y con un tremendo bombazo colocó la pelota sobre el ángulo superior izquierdo de Vega, para que el local se pusiera en ventaja. Un rato después el árbitro Fernando Echenique inventó un penal de Martín Quiles sobre Trezeguet, que Fernando Cavenaghi desperdició elevando su remate por encima del travesaño. Todavía quedaba algo más: ya en tiempo de descuento, Ramiro Funes Mori tuvo que bajar a Abel Soriano como último recurso y vio la tarjeta roja. En el segundo tiempo Almeyda volvió a apostar por los ingresos de Martín Aguirre, Daniel Villalva y Rogelio Funes Mori, pero esta vez los cambios no le brindaron soluciones. Atlanta, atento, tuvo chances de contraataque, pero sus fallas al dar la puntada final y la gran tarea de Vega le impidieron ampliar la diferencia.

Fuente: La Nueva Provincia 



Fuente: Olé