sábado, 26 de mayo de 2012

Central y River fueron mucho más "marco" que "cuadro"

El Chori seguido de cerca por Gerardo Pérez (Olé)
Rosario, 26 de mayo (Télam, por Miguel Pisano).- Central y River Plate, puntero y uno de sus escoltas en el apasionante campeonato de la Primera B Nacional, paralizaron la ciudad de Rosario y una gran parte de la patria futbolera durante media tarde, pero no se sacaron ventaja y empataron sin goles, en aburrido partido.
A priori, el encuentro más atractivo de la 35ta. fecha del certamen quedó en amagues y lo más saludable de la tarde en el Gigante de Arroyito lo entregaron ambas parcialidades, con 50 mil personas en las tribunas que alentaron sin cesar.
El partido fue muy pobre. ¡Cómo habrá sido de discreto que un cabezazo apenas desviado del defensor local, Franco Peppino, a los 17m. del primer período, y un derechazo del delantero visitante David Trezeguet, a los 40m. de ese mismo segmento, fueron las llegadas más nítidas del duelo.
River tuvo más tiempo la pelota en el primer tiempo, ante un Central que eligió esperarlo bien parado en su campo, con el doble cinco formado por Vismara y Alderete, y la saludable presión de todo el equipo, en un planteo que le quedó incómodo al conjunto visitante.
El equipo rosarino, invicto en la temporada en el Gigante, pudo jugar su partido porque logró solidez táctica en base a un gran despliegue y así logró mantener a su adversario lejos de su arco.
El equipo de Núñez se adelantó un poco en el complemento, ante un Central que sintió el gasto del primer tiempo y esperó más atrás para apostar al contraataque.
La maniobra más o menos concreta fue una gran diagonal del `Chori` Domínguez (la figura de la cancha junto a Federico Vismara), que habilitó al ingresado Ocampos, cuyo derechazo desde el borde del área fue controlado por el arquerito Manuel García, a los 24 minutos.
Así, los dos equipos que pugnan por el regreso inmediato a la Primera división se pegaron mucho más de lo que jugaron.
La virtual final de la Primera B Nacional, a pura hacha y tiza, fue mucha presión, mucho despliegue y pocas ideas.
Central quedó, a tres fechas del cierre, en lo más alto de la tabla con 69 puntos y espera acercarse al ascenso en el próximo compromiso que asumirá ante Patronato de Paraná, todavía sin escenario definido.
Por su lado, River, con 67 unidades, buscará regresar a la victoria, después de dos empates consecutivos, en el encuentro que asumirá en el Monumental ante Boca Unidos de Corrientes, uno de los rivales que lo venció en lo que va del campeonato. 
 


Fuente: Olé

domingo, 20 de mayo de 2012

Un empate que solamente resta


En la última jugada, todo se escurrió entre las manos. El Millonario dejó pasar el enésimo tren. A los 90, apareció Hernán Zanni y marcó la -inmerecida- igualdad. Fue 2 a 2 aunque todo el desgaste fue del local. El empate no sirve para nada. Ahora, River deberá ir a Rosario con la obligación de ganar.
(Estuvimos con  Meli - primera vez que va a la cancha - viendo el partido)
No se puede entender. Es cierto, el desgaste, las ganas, la búsqueda de algo corrió por parte de River. Para colmo el rival de turno, que a duras penas lucha por no volver al Argentino A, solo intentó llevarse un puntito. Con el resultado marcado a fuego, queda claro que da igual lo que pasó en los 90 minutos de juego que antecedieron al segundo gol de Brown de Madryn.
Es que, por más que uno se quiera convencer que el Millonario merece o que siempre intenta, hay que hacerse cargo de la realidad: Ningún equipo que pretenda ascender sin mirar a los costados puede perder puntos con equipos como estos.
Porque, si se quiere volver a Primera hay que demostrar la superioridad. Si se piensa en regresar con la frente en alto y sin haberse embarrado en la Promoción y esos menesteres, no se puede perder con Atlanta o empatar con Guillermo Brown de Madryn.
Entonces, está demás todo el agua que corrió debajo del puente. Da igual que River haya creado 10 situaciones claras de gol si sólo convirtió dos. Hasta pasan a un segundo plano los “culpables”, sean éstos dirigentes, jugadores o cuerpo técnico.
Nada importa. Sólo queda esa imagen de Juan Manuel Díaz desentendiéndose de la marca en el primer gol, como había sucedido en Tucumán, y el gol del final de Zanni. Un festejo mudo. Demasiado se llevaron los de Madryn, claro. Pero qué hizo River para que eso no suceda. En defensa, nada. Cada vez que el equipo visitante trató de llegar a la otra orilla, el arco de Vega sufrió. Y arriba, mucho en lo subjetivo pero nada en lo objetivo. Por perdonar una y otra vez a Brown se empató.
Ya está. Ahora habrá que esperar que Instituto no gane mañana para poder quedar en el segundo puesto y en soledad. Y deberá River pasar esta semana que pinta como complicada. Ir a Rosario y ganar. Pero, atención: Todos los partidos dan tres puntos. ¿Redundante? No parece serlo. Por subestimar, el Millonario está como está…
Fuente: Muy River


Fuente: Olé



Meli está en el medio pero el gordo que saca fotos parado la tapa

sábado, 12 de mayo de 2012

River mostró su chapa y ganó en Tucumán

El Chori hizo un jugadón para el segundo de Trezeguet. (Télam)
Con los goles de César González, Trezeguet (2) y Sánchez, el equipo de Almeyda superó a Atlético 4-2, pese a haber arrancado abajo por el cabezazo de Fondacaro. Así, suma 65 puntos, dos más que Instituto, que juega el lunes.
El recibimiento de Tucumán fue espectacular para River. No así el de Atlético, en la tarde-noche, cuando apenas a los ocho minutos se puso en ventaja para que reaparezcan los fantasmas en las caras de los hinchas millonarios. Es que con ese 0-1, el equipo de Matías Almeyda podía quedar afuera de los puestos de ascenso directo, con todo lo que implica jugar una Promoción como equipo de la segunda categoría. Pero nada de eso se cumplió: River lo dio vuelta, se llevó un triunfo clave y es el único líder de la Primera B Nacional, al menos, hasta el lunes cuando juegue Instituto.
En el inicio, el partido fue de ida y vuelta. A los tres minutos nada más, Diego Barrado, un ex River, salía de la cancha para ser atendido por un dolor muscular muy fuerte. Sin embargo, el volante regresó para ser clave en el gol de Atlético Tucumán. Barrado apareció en el sector derecho, recibió de César More y puso el centro a la cabeza de un ex Boca como es Carlos Fondacaro, que con un cabezazo preciso puso en ventaja al local.
River no se quedó y buscó el empate. Lo tuvo Trezeguet, con un cabezazo desviado, a los 11 minutos. Y también el venezolano César González, unos minutos después. Pero River no podía. En cambio, Atlético Tucumán, que se quedaba sin Barrado (lesionado) a los 14 minutos, casi consigue aumentar la ventaja, a los 23, con un tiro desviado del defensor Mármol.
Hasta que a los 30 minutos, River encontró al fin su remontada hacia lo más alto de la tabla. Tras una pared con Fernando Cavenaghi y una jugada que incluyó 11 toques, el venezolano César González se metió al área por la izquierda y definió entre las piernas del arquero. Cuatro minutos más tarde, Barone le cometió una clara infracción a Sánchez en el área y el árbitro no dudó: penal y la chance de Trezeguet de dar vuelta la historia, lo que hizo a los 36, de derecha, para poner el 2-1 en el partido y a River en la punta, con 65 puntos, dos más que Instituto, que visita el lunes a Boca Unidos.
Antes del final, el árbitro Alejandro Toia no le dio a Atlético Tucumán un claro penal, por la ingenua mano de Maidana en el área chica, ante el centro de César More desde la derecha. Y en el arranque del segundo tiempo volvió a equivocarse el juez, esta vez a instancia del línea, al cobrar un offside cuando el jugador estaba en la misma línea que los defensores de River.
A los 9 minutos, una infracción sobre el Maestrico González en el sector izquierdo devino en un parate obligado porque los hinchas locales comenzaron a arrojar proyectiles desde la tribuna. Toia, entonces, pidió garantías y la Policía fue hasta ese sector para evitar que la situación pasara a mayores y algún jugador terminase lastimado, como le podría haber pasado al venezolano instantes antes.
River necesitaba un cambio y por eso Almeyda movió el banco y puso en cancha a Ocampos y el Chori Domínguez, para mover el ataque millonario, en los lugares de Aguirre y Cavenaghi, respectivamente. Y dio sus frutos rápidamente. El Chori se escapó por izquierda, se llevó las marcas y la tocó para Trezeguet adentro del área, que esperó la salida del arquero para tocarle la pelota suavemente por encima. Golazo y 3-1 para tranquilizar a los hinchas en el peor momento del equipo de Almeyda.
Hubo más emociones para el tramo final del partido. Es que a los 38 minutos, un gol de cabeza de Barone le aportó dramatismo a la definición, porque Atlético Tucumán buscaba y llegaba así al descuento (2-3). Sin embargo, Sánchez dio por tierra todas las especulaciones y con un remate potente desde afuera del área, a los 40, puso el 4-2 definitivo para que River se lleve una victoria clave de cara a sus aspiraciones de conseguir uno de los dos ascensos directos a la máxima categoría.

Fuente: Clarín


Fuente: Olé

martes, 8 de mayo de 2012

Caloi y el león de River Plate

El popular dibujate fallecido en Argentina fue el creador del león que lució River Plate en su escudo durante los años 1985 y 1986, donde lograron el torneo local, la Copa Libertadores y la Copa intercontinental.

 

Carlos Loiseau, será recordado por siempre por los hinchas del fútbol argentino en general y por los riverplatenses en la particular. Fue Caloi el creador del escudo con el león con el que los Millonarios se alzaron con el torneo local, la Copa Libertadores y la Copa del Mundo.
El león con el Monumental de fondo en el lado izquierdo sobresalía en la casaca de un equipo que en 1985/86 se consagró seis fechas antes del final del torneo, superando al segundo que fue Newell's Old Boys de Rosario.
Los Millonarios campeones de todo en esos años tenían jugadores de la talla del "Beto" Alonso, Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Héctor Enrique, Jorge Gordillo, Claudio Morresi, Roque Alfaro, Américo Gallego, Luis Amuchástegui y un uruguayo que fue el goleador del equipo, un tal Enzo Francescoli (autor de 25 goles). 



Fuente: ADN Mundo

domingo, 6 de mayo de 2012

River volvió a jugar mal, pero las cuentas le cerraron

Le costó demasiado romper el cero ante un Gimnasia muy defensivo. Trezeguet, otra vez, fue la llave.
Lo intenta Leonardo Ponzio, lo intentó River, pero Gimnasia se metió atrás
La bruma que envuelve este estadio cargado de corazones agitados es la misma que devuelven once jugadores sobre el verde césped. Es un River gris, opaco, el que se pierde en su propia neblina futbolística. (Estuvimos en la cancha)
El que va al frente, contra viento y jujeños, pero se ahoga en la marea de piernas y cabezas programadas para defender en el área rival. El que busca el gol con desesperación, pero sin un gramo de iluminación. El que hace de su fútbol un padecimiento masivo en esas tribunas que se encomiendan a Dios. Al Dios francés, claro.
A ese futbolista divino que baja una pelota que minutos antes parecía imposible en el área de Satanás Páez. Y cuando la noche se le venía encima al Monumental, Trezeguet hace posible el milagro. Y logra que los fieles millonarios vuelvan a creer antes de reventar de tanto sufrimiento.
Y sí, es un auténtico guiño del cielo lo que sucede en Núñez, igual que le había dado el 0-0 de Instituto ante Brown de Madryn por la mañana. No porque River no haya merecido ganarle a Gimnasia de Jujuy, un equipo que ya había adelantado que vendría hasta aquí con el micro delante de su arco y hasta con algunos de los cerros que decoran su Norte.
Es un milagro porque River volvió a jugar mal.
Porque necesitó de un error de Cavallotti, que saltó con los brazos caídos, para que David empujara la pelota al gol. Porque regaló un tiempo y medio, volviendo a probar con el 4-4-2, prescindiendo del 3-4-3 que tanto había impresionado frente a Instituto, el que Almeyda archivó tras el 1-1 con Aldosivi. Porque en 32 fechas el técnico aún no encontró el funcionamiento ideal y los partidos cada vez se le hacen más infartantes, si se quiere utilizar la palabra que empleó Almeyda para describir lo que significaría jugar la Promoción. Porque River no resuelve fácilmente sus encuentros. Pero... ¿Qué le van a decir a esos hinchas que explotan cuando el flojo árbitro Ceballos marca el final? Festejan, se abrazan, como alguna vez lo hicieron en cada uno de los 33 títulos que ostentan las vitrinas de Udaondo y Figueroa Alcorta. Así está River.
Desesperado.
Así sale a jugar los partidos. Porque ni siquiera cuando intenta manejar con paciencia la pelota, como en el primer tramo del partido, da señales de serenidad. Sin Domínguez de entrada, el protagonismo estuvo en los pies del Maestrico González. Y por izquierda, el venezolano generó algo de música, con Juan Manuel Díaz como segunda guitarra. De un tiro libre suyo llegó el cabezazo del uruguayo que Cavallotti atajó en forma espectacular. Sin embargo, la más clara en el primer tiempo la tuvo Cavenaghi que quiso definir a colocar, mano a mano con el 1 rival, y la mandó afuera.
A esa altura, Ramiro Funes Mori debió haber sido expulsado por dos faltas a Magno que Ceballos no cobró. Pero el partido siguió. Ocampos reemplazó a un irreconocible Sánchez y le dio más vitalidad al medio. Pero no aportó fútbol. El Maestrico , ya menos enchufado, tampoco. Entonces, el destino quiso que Domínguez recuperara su lugar luego de que Cavenaghi se lesionara tras un disparo cruzado que tapó Cavallotti. Y que por fin se ubicara como delantero, el puesto que mejor le sienta. Y cuando los jujeños cada vez jugaban más acurrucados contra su arquero, el Chori metió el centro exacto. Y Trezeguet, esa cabeza brillante. Y River ganó. Porque Cirigliano y Ponzio trataron de equilibrar en el círculo central. Porque más tarde, ninguna de esas faltas bobas cerca de su área fue capitalizada por la torre Delorte. Y eso que hubo algunas torpezas atrás. Hasta pareció penal un agarrón al grandote. Pero los visitantes ¡no patearon una sola vez al arco! Ahora, toda la presión es de Rosario Central. Al menos, hasta el próximo parto.

Fuente: Clarín


Fuente: Olé

martes, 1 de mayo de 2012

River perdió dos puntos vitales ante Aldosivi y quedó a tres de Instituto

El domingo 29 de mayo "El Millonario" igualó 1-1 en Mar del Plata. Ganaba con un penal discutido que convirtió Alejandro Domínguez. Sin embargo, a seis del final, lo empató Matías Gigli. Si Rosario Central vence hoy a Ferro, alcanzará a los de Matías Almeyda y obligaría a un desempate por el ascenso directo.

River (59) empató 1-1 con Aldosivi y volvió a complicar sus chances de ascender directamente a Primera. “El Millonario” había desnivelado a través de un penal ejecutado por Alejandro Domínguez, aunque sobre el final Matías Gigli decretó el empate y le aguó la fiesta a los visitantes.
A los 15 minutos, el volante Ezequiel Cirigliano sostuvo al borde del área rival la tenencia de la pelota ante la marca de la defensa local y, con un gran pase, habilitó a Fernando Cavenaghi, quien se iba de frente al arco cuando Darío Cajaravilla lo barrió en busca de la pelota y lo derribó en el área.
Aunque pareció que primero tocó la pelota, el árbitro Pablo Lunati entendió que hubo falta y cobró el penal que luego convirtió "El Chori", a los 16 minutos, con un derechazo al palo izquierdo del arquero Campodónico, quien eligió la derecha.
A los 19, en tanto, Lunati terminó por enloquecer a la parcialidad local cuando expulsó a Agustín Briones por una plancha sobre David Trezeguet.
River, que en el primer tiempo había tenido dos claras chances a través de Cavenaghi -una con el arco vacío-, fallaba en la definción y sufría de contra.
El desarrollo del encuentro continuó con un River volcado en ataque, en búsqueda de ampliar la diferencia para liquidar el resultado.  Con llegadas más atropelladas que claras, la falta de efectividad en la puntada final hacía que “El Millonario” empezara a sufrir con las contras del local.
Finalmente, al minuto 39, Matías Gigli conectó un cabezazo en el área chica que significó el empate para “El Tiburón”.
Con pocos minutos por delante, el equipo de Almeyda salió con todo a buscar la victoria pero chocó contra la firme defensa de los marplatenses y con sus propias desconexiones en ataque.
Fue así como se terminó un partido que pone a River en una situación de peligro, ya que podría compartir la segunda colocación de la tabla si mañana Rosario Central vence a Ferro y llega también a 59 puntos.
Por el lado de Aldosivi, cierra un balance más que positivo ante "El Millonario" porque, con este empate y con la victoria por 2-1 en la primera rueda, sacó cuatro de los seis puntos en juego en la temporada.

Fuente: Play Fútbol




Fuente: Olé